«Necesitaba un cambio de aires y volver a ilusionarme»
El balance de toda una temporada, la de 2019, en una entrevista realizada por Leo Cortijo para La Tribuna de Cuenca y Por el pitón derecho.
Aguantar más de dos décadas en lo más alto no debe ser tarea fácil. Eso está al alcance de muy pocos. Por esto, para mantenerse ahí, a veces hay que tomar decisiones valientes y que conlleven grandes cambios. Una de las máximas de Sergio Galán es que solo gana el que arriesga. Dicho y hecho. El conquense hace balance de una temporada más corta de lo normal en cuanto al número de festejos y en la que además puso el punto final con una decisión de calado, y es que tras seis años rompió con sus apoderados.
Leo Cortijo
– ¿Una veintena de festejos es mucho, poco o regular? ¿Contento?
– En cuanto al número, es lo que veníamos toreando en los últimos años… más o menos. Creo que en la situación en la que se encuentra ahora mismo la Fiesta, está bien. Lógicamente nos gustaría torear más, pero mi cifra inicial cuando empiezo, siempre está entre los 20 o 25 festejos. Conociendo como está esto, es un número que está bien.
– Si echa la vista atrás, desde que empezó allá por marzo en Illescas, ¿qué ha sido lo mejor y lo peor?
– ¿Lo mejor? El nivel que se ha dado durante prácticamente toda la temporada. Creo que ha habido más regularidad y las faenas han tenido mucha más dimensión. Se han cuajado muchos más toros y los caballos han estado más redondos. Lo peor ha sido la irregularidad con el rejón de muerte. En este sentido, ésta ha sido una de las temporadas en las que más irregular he estado. Ha habido faenas muy importantes en tardes claves que se vieron condicionadas por el rejón… y por algunos presidentes. Eso también. Por ejemplo, en Madrid me pidieron con fuerza la segunda oreja de un toro y no me la dieron. Y como esa ha habido alguna más.
– Analizando las plazas de primera en las que ha toreado, destacan Valencia, Madrid y Málaga. ¿Echa en falta haber pisado alguna plaza más de esta envergadura?
– Lógicamente, claro que me hubiera gustado. ¡Qué te voy a decir yo! Pero bueno, en los tiempos que corren, con la reducción que ha habido, con los muchos compañeros que hay, con el sistema que impera, con tantos intercambios y con muchos carteles ya cerrados… Eso no ofrece nada a favor y no creo que sea bueno para el futuro para la Fiesta. Pero como aquí cada uno mira por sus intereses… esto es lo que hay.
– Por eso insisto en que ha habido menos festejos de la cuenta…
– La temporada en su conjunto ha estado bien, pero sí es verdad que ha habido parones importantes… de casi un mes. Ha habido algunas interrupciones muy grandes; de festejo a festejo pasaba casi un mes… Y eso no es fácil, porque esos parones, por mucho que entrenes… Uno necesita ese contacto con el público y con los caballos en la plaza. Cuando uno torea de continuo es cuando está más fresco y está mejor.
– Esa continuidad se gana en las plazas de segunda que nutren la temporada. En esas ha habido de todo, pero ¿han sido suficientes tardes?
– Ha habido plazas muy buenas en este sentido, pero sí es verdad que ha faltado entre medias un poquito más de continuidad. Algún pueblo grande y bonito, por ejemplo, porque por mucho que entrenes a diario, que es lo que hago sin parar, llegas a Málaga, plaza de primera –por poner un ejemplo– después de un mes sin torear y se nota mucho. No es fácil. Y es lo que me ha costado. En agosto, por ejemplo, toreé cuatro festejos… Han faltado cinco o seis corriditas para intercalarlas entre esos días para dar esa continuidad.
– Con todo, la noticia del final de temporada es la ruptura con sus apoderados después de seis años…
– La relación personal que hay entre nosotros es muy buena. Pero cuando una relación lleva tantos años… se necesita un cambio. En mi caso, además, necesitaba una motivación distinta. Y para ellos imagino que hay momentos en los que les cuesta, en ciertos sitios, hacer algunas corridas. No hay un motivo claro… Al final ha sido querer cambiar de aires, motivarte e ilusionarte con otros proyectos nuevos.
– Habla de un cambio de aires. ¿Por dónde pueden soplar esos aires?
– Si te digo la verdad, no le he prestado mucha atención. Ando aquí en el campo muy tranquilo… Ahora estoy escuchando a gente que me está llamando, viendo qué ideas me aportan y si entran en mis planes y en mi forma de entender la profesión. Soy una persona muy realista y sé cómo está esto. Mi aspiración, eso sí, es mejorar siempre un poquito. Y darle forma a la temporada para que sea bonita, entrando en las ferias y sumando algunos sitios más para no tener esos parones.
– ¿Qué es más probable, que venga un apoderado totalmente independiente, una empresa con un par de plazas o una gran empresa?
– Ahora mismo no lo sé… Hombre, independiente totalmente será difícil. Para mí es muy importante que la persona que esté conmigo crea en el proyecto y sepa el torero que lleva, que no es de pegar saltos, sino todo lo contrario. Yo tengo que torear para llamar la atención. Tengo que pasármelos muy cerca e intentar marcar la diferencia toreando.
– ¿En qué ha evolucionado este año por encima de cualquier otra cosa?
– Creo que he podido hacer valer a un mayor número de toros. A esos medios toros les he podido sacar más partido gracias a la variedad que tengo en la cuadra. Y no es fácil sin salirte de tu concepto buscar la manera de transmitir al público. Jugando con lo que aporta cada caballo, lo he conseguido. He tenido la capacidad para aprovechar más toros.