El palco obliga a Galán a despedir la temporada sin el trofeo que merece en Zaragoza
Hoy despedía Sergio Galán la temporada, y lo ha hecho en Zaragoza, una plaza que lo ha visto triunfar en varias ocasiones. Hoy también ha triunfado. Ha realizado el mejor toreo de la tarde y el público ha disfrutado con él, pero el palco le ha negado la oreja que por ley se merecía.
Recibió al de Luis Terrón con Amuleto, se trataba de un toro con peligro y con una difícil embestida al que había que hacer bien las cosas. Lo paró con elegancia, toreándolo por ambos pitones y doblándose con él. Salió Ojeda en el tercio de banderillas luciéndose con su torero. Muy por encima del toro estuvo este caballo, siempre toreando dando los pechos, muy de frente y poderoso, consiguiendo templar la embestida a trompicones del de Luis Terrón. Llegó a los tendidos el buen toreo de Galán, y el gran corazón de Ojeda en la cara del toro. Con Trópico puso al público en pie. Ejecutó una suerte de banderillas de altísimo nivel. Llamó Sergio la atención de su oponente pisando terrenos muy comprometidos y con una ejecución perfecta de passagge y piaffé para dar ventaja al toro antes de embrocar. Finalizó la faena con Fado clavando dos banderillas cortas en terrenos muy comprometidos y el rejón de muerte. Lástima que no fuera acertado con éste ya que la gran faena y espléndida labor de toreo a caballo ante un toro enormemente difícil quedara premiada con una ovación en lugar de alcanzar trofeos mayores.
Con ganas de darlo todo de nuevo espera Sergio Galán su último toro de la temporada en la puerta de chiqueros. Éste sale manso y muy distraído, aunque el taranconero consigue centrarlo y estar por encima de él. Sensacional estuvo Sergio con Vidrié en banderillas, toreando muy templado, llevándoselo a dos pistas muy ligado y llegando al toro desde la distancia muy despacio para clavar las banderillas al pitón contrario. Los tendidos ovacionaban cada palo tras el maravilloso espectáculo que no perdió nunca la elegancia y el buen hacer, señas de identidad de la casa Galán. Siguió toreando muy puro y, si con Vidrié estuvo sensacional, con Apolo estuvo apoteósico, especialmente con el magnífico par a dos manos que ejecutó a la perfección, a cámara lenta. El público se puso en pie tras verlo, y alguno continuaba sin sentarse cuando salió Óleo, espectacular, por la puerta para rematar al peligroso quinto. Tras unas banderillas cortas reunidas en todo lo alto y clavadas con mucho ritmo para finalizar con un buen rejón. El Coso de la Misericordia se llenó de pañuelos blancos pero el presidente, incomprensiblemente, le negó la oreja que el público pedía. Un presidente más que se ha olvidado de que su Reglamento dice que la primera oreja se dará por mayoría de pañuelos blancos. Son esas cosas incomprensibles que pasan cuando hay intereses ocultos que van más allá de lo que acontece en el ruedo. Finalmente, Sergio Galán dio una vuelta al ruedo.
RESEÑA: Con lleno en los tendidos se ha lidiado una corrida de Luis Terrón. Sergio Galán, ovación y vuelta al ruedo. Completaban el cartel Pablo Hermoso de Mendoza y Roberto Armendáriz.