El clasicismo de Sergio Galán corta dos orejas en Estepona
Estepona acogía en una matinal el compromiso de dos rejoneadores con el futuro. Dos rejoneadores que toreaban en la Gira de Reconstrucción de la Fundación Toro de Lidia pensando en la continuidad de la fiesta.
Amuleto esperaba de salida al primero de la tarde para Sergio Galán. “Tumbado” de nombre y del hierro de Fermín Bohórquez. Paraba en corto Amuleto para después abrirse en círculos más grandes y permitir clavar de frente el primer rejón de castigo. Un toro que salía fuerte de salida, por lo que recibía un segundo.
Embroque, toreando a dos pistas, se colocaba de frente para protagonizar unas banderillas al quiebro.
Era el turno de Ojeda. Un caballo que con gran expresividad se hace un arco entre los pitones del toro. Ojeda demostraba en el ruedo de Estepona que a caballo no solo se torea clavando banderillas.
Finalmente, Óleo remataba una importante faena con la que Sergio Galán demostraba el intenso trabajo de estos meses. Enterraba un rejón que dejaba al de Fermín Bohórquez sin puntilla y despertaba la petición de los tendidos. Un clasicismo a caballo que se convertía en una oreja.
Sobre Alcotán paraba al cuarto de la mañana. Doblándose muy en corto en los medios, dejándose llegar al toro, clavaba un único rejón de castigo. ¡Y llegaba el debut de Bribón! Un caballo nuevo en la cuadra, del hierro de la casa y hermano de Capricho, que ponía sus dos primeras banderillas en una plaza.
Bambino citaba con su balanceo y protagonizaba un importante tercio de banderillas. Entonces, Capricho pisaba el ruedo clavando muy ajustado y pisando terrenos complicados. Cerraba este tercio de banderillas protagonizando un par a dos manos, de frente, citando al toro cada vez más en corto…
Una faena completamente fiel al concepto de Sergio Galán que se culminaba con un rejón en todo lo alto sobre Óleo. Una oreja que cortaba toreando con los más jóvenes de la cuadra.
Siempre fiel a un concepto.
#puroGalan
