A hombros en Illescas
Se nota el invierno. Se nota la dedicación. Y se nota la evolución de los caballos. Capote y Bambino destacaron en banderillas en el segundo de la tarde. Dos caballos que la temporada pasada eran “los jóvenes” y hoy han demostrado sobre el albero que tienen maneras. Y que son toreros. Alcotán recibía a este segundo, de Luis Terrón. Un toro que ganaba terreno al caballo poniéndose por delante. Capote levantaba al tendido en distancias cortas. Cerca de tablas. Clavando una banderilla ahí, al estribo. Y Bambino… bailando el toreo a caballo. Dando el pecho. Galan se hacía con la primera oreja de la temporada que, de no ser por el rejón de muerte, habrían sido dos.
Dicen que no hay quinto malo… dicen…
Artista recibía a este quinto que, aún habiendo salido con fuerza, pronto advertía en lo que se convertiría la lidia: una clase magistral de torería, temple, veteranía… Una clase de jinete y caballo, que no de bravura y toro.
Embroque y Ojeda lo hicieron posible. Y Galán arrancaba, literalmente, la segunda oreja.
Parece fácil. Pero hay que fijarse en los detalles. En los pequeños detalles. En esos que marcan la diferencia.